Por Leonardo Solari Alcota, Presidente AUZ A.G.1Crónica publicada en el Diario La Estrella de Iquique y disponibles en el sitio www.estrellaiquique.clLos movimientos telúricos del 27 de Febrero del año pasado podemos calificarlos como los más fuertes y largos que han sacudido la tierra y la política chilena. Es increíble como somos los seres humanos, en este país por lo menos. Independiente de cómo nos auto etiquetemos: Jaguares, Ingleses de Sudamérica, Solidarios, etc. No podemos esconder la realidad de ser, indolentes, a veces hasta falsos.
No nos engañemos, los buenos amigos son solidarios, son alentadores de sus vecinos, se conduelen por la desgracia ajena, afrontan las realidades ayudando no solo con buenas frases. ¿Cómo es posible que a un año del terremoto, con el precio del cobre por las nubes aún tengamos tantos compatriotas sufriendo, aun tengamos tantos poblados en el duelo, edificios a medio caer y una tropa de políticos gobernando desde el oficialismo y la oposición, porque no nos engañemos, no solo los del oficialismo gobiernan, siempre hay enquistados de la oposición, se cual fuera, que desde la oscuridad de un escritorio manipulan para despejar o trabar leyes y acciones, que no son capaces, sobre todo estos últimos, de elevarse mas allá de sus mezquindades y trabajar unidos para aliviar este querido país por sobre sus miserables discrepancias.
Al parecer se olvidan que hay seres vivientes con un espíritu lleno de dolor esperando poder volver a levantarse para dar alimentación, abrigo, techo, educación, esperanza a su mujer y a sus hijos. ¿Alguna vez habrán sabido lo que es la mísera miseria de no ver un futuro, de sentir llorar de hambre a sus hijos, a su mujer y a quienes son su responsabilidad porque vivían bajo su mismo techo en una familia emprendedora, de trabajo, acostumbrados a satisfacer sus necesidades primaria y quizás con ahorros para darse algunos lujos como comer carne, o levantarse un día después que haya amanecido o saborear el descanso de un Domingo a la semana como los "pudientes" chilenos que ya los han olvidado, ya no se mueve la tierra y nos sentimos a salvo, ahora nos volvemos a poner el traje que nos corresponde, ya no hay peligro para nosotros y se nos empieza a pasar la pena por esos desamparados que en alguna parte de Chile, de nuestra Patria, quedaron sin nada y aún no pueden levantarse porque los orgullosos, solidarios, macanudos, emergentes, leales chilenos hemos vuelto a ser los de siempre, los que realmente somos no los que pensamos que somos.
¿Cómo va a ser posible que a un año de la tragedia aún no seamos capaces de terminar la tarea social que nos impone la conciencia y parar a nuestros compatriotas de este norte víctima del 2005 en Iquique, a los del 2008 en Tocopilla y a un año del 2010 en el Centro y Sur de Chile? Quien puede tirar la primera piedra con tantas desgracias y promesas incumplidas sobre sus conciencias.
¿Por qué no dejan de usar estas desdichas como piedras para atacar al que no piensa igual y se unen y asisten juntos a los actos de recuerdo para decirle a su pueblo que en este tema de ayudarlos a ponerse de pie están todos juntos? ¿porqué en vez de retraerse a un acto no asisten todos, se muestran con quien tiene la conducción de este país y llevan propuestas, planes, intenciones para decirles a esos hermanos tan necesitados que tienen realmente la intención de ayudarles como un solo país?
Díganles que pueden seguir contando con sus representantes, aquellos en quienes confiaron su porvenir, sus vidas al entregarles sus votos, para que ahora les demuestren que no se equivocaron. Devuélvanles por favor la fe no en su país sino en su gente, demuéstrenle que sí pueden volver a confiar en ustedes.
