viernes, 21 de noviembre de 2008

CASINO Y TURISMO

Por Amín Sade Amado, presidente de la AUZ
Crónica de opinión publicada en el diario La Estrella de Iquique, el 21 de noviembre de 2008.-


Durante las últimas semanas hemos sido testigos de la inauguración de nuevos casinos de juegos en nuestro país. La nueva ley de casinos permitió el ingreso de nuevos actores en este apetecido negocio de las apuestas.
Antes fueron los casinos de Arica, Iquique, Coquimbo, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales quienes se repartían "la torta".
El de la ciudad jardín tiene ingresos que bordeaban los ocho mil millones de pesos, seguido muy de cerca por el de nuestra ciudad. Un porcentaje importante de estos dineros están destinados a engrosar las arcas municipales de las respectivas comunas donde están instalados estos centros de recreación y utilizados para proyectos de beneficio directo de la población.
Sin embargo, la apertura de nuevos casinos de juego viene a entregar una mayor oferta a una demanda quizás, un poco cuestionable, pero verdadera. Un ejemplo de lo anterior, es el caso del casino de Iquique, donde un porcentaje importante de visitantes proviene de la Segunda Región, específicamente de Calama y Antofagasta. La maciza actividad cuprífera permite que los trabajadores de esa zona visiten nuestra ciudad, principalmente durante los fines de semana, descansos de turnos, periodos de vacaciones y especialmente en verano.
A partir de la inauguración del casino de juegos de Antofagasta, el cual tuvo una inversión millonaria comparada con el de Iquique, que cuenta con más de setecientas tragamonedas y 40 mesas de juego, es que el panorama de nuestro casino ubicado en playa Cavancha se ve poco alentador. A lo anterior, se agrega la próxima apertura del casino de juegos de Calama, además la constante competencia del centro de eventos de Arica, incluso de Tacna en Perú.
Esta brutal competencia por acaparar apostadores puede afectar seriamente las utilidades del casino de juegos de Iquique, los ingresos municipales y directa o indirectamente en la economía iquiqueña. Primero, porque el giro del casino de juegos está íntimamente relacionado con la actividad turística de la ciudad; segundo, nuestras ventajas comparativas como principal destino turístico están relacionadas con sol y compras todo el año pero el presupuesto de las familias se han visto mermados por la crisis y la alta inflación, lo que golpea fuertemente al comercio. En este sentido, el centro comercial de Zofri y el comercio, en general, no son inmunes a estos vaivenes, debido a la merma de los turistas que llegaban atraídos entre otras cosas por el casino de juegos de Iquique, y que se caracterizan por un alto poder adquisitivo.
Los efectos negativos de esta competencia que pretende llenar de fichas a Chile podremos apreciarla en este próximo período de vacaciones de verano, donde quedará de manifiesto el real impacto sobre nuestro casino de juegos y su relación con la actividad turística local.
Además, un elemento no considerado en la ley de casinos que data de 1999, es el incremento de las apuestas en línea, a través de sitios electrónicos instalados en internet y que cada día acapara más adeptos. El espíritu de la normativa que generó la instalación de una veintena de casinos que tendrá nuestro país en los próximos años puede tener, en el mediano y largo plazo, efectos devastadores para el turismo iquiqueño, más aún, si no se cuenta con las herramientas necesarias para competir.
Como Asociación de Usuarios ya le hicimos saber a Zofri S.A nuestra preocupación en la última reunión en la cual participaron altos ejecutivos del sistema de empresas públicas (SEP), la cual es accionista mayoritario de la compañía, liderados por su presidente el cual puso mucha atención a nuestros planteamientos.
Cuidar el turismo de la región, es tarea de todos, peros los organismos del estado involucrados son los llamados a convocar a todas las entidades que participan en el turismo, y liderar las estrategias a seguir.

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