Por Leonardo Solari Alcota, director AUZ.
Crónica de opinión, publicada en el Diario La Estrella de Iquique
Viernes 27 de marzo de 2009.-
La administración de Zofri anunció un plan de inversión de 4 mil 600 millones de pesos.
Entre las obras destacan 24 mil metros cuadrados dispuestos en el proyecto para ampliar la infraestructura de estacionamiento y locales comerciales en el Mall. Considera un edificio para 861 estacionamientos, lo que aumentará en un 55 por ciento la capacidad, además de 3 mil metros cuadrados para la instalación de nuevos locales.
Sin embargo, es necesario dejar de manifiesto los efectos negativos que dejará el proyecto en el corto plazo mientras dure su construcción, que en el mejor de los casos, finalizará en diciembre próximo.
El primero de ellos tiene que ver con el enorme atochamiento vehicular al cual deberán ser sometidos los clientes que lleguen al centro comercial. Pese a prever las obras después del período de mayor afluencia como lo es durante la temporada estival, la Sociedad Administradora no consideró un efectivo plan de contingencia para dotar de más estacionamientos en el área. No es una medida paliativa la veintena de espacios para aparcar habilitados fuera del recinto en el sector oeste en calle Centenario, a un costado de los estanques de una empresa química.
Lo que se extraña es un plan de contingencia más efectivo, pues quienes deberán sufrir los trastornos durante todo el 2009, mientras dure la construcción, serán los clientes, los usuarios del centro comercial y los trabajadores.
En materia de ampliación del Mall, el hecho de considerar una VI etapa habla por sí sola de la escasa propuesta de Zofri S.A. para proyectar un centro comercial en el largo plazo. Para cualquier turista que haya visitado otros mall del país y el extranjero, el nuestro parece más un Centro de Bodegaje que un centro de compras de nivel.
Esta precaria costumbre de ampliar de acuerdo a las circunstancias y necesidades recuerda más al clásico hábito local de ir agregando habitaciones a la casa a medida que van naciendo los hijos.
El crecimiento inorgánico del mall queda expresado en la nula cercanía arquitectónica del denominado sector antiguo en el ala norte. Sin ascensores, aire acondicionado, espacios estrechos, mala iluminación, pésimamente mantenido o refaccionado, pareciendo los usuarios del sector el pariente pobre respecto al resto de los locatarios. Mas allá de resultados económicos, los visitantes aprecian esa diferencia.
Todavía no se ha exhibido pública y profusamente cuál será la línea arquitectónica la VI etapa, pero de acuerdo a las experiencias anteriores…
Si bien entendemos que toda nueva obra necesita de la comprensión y paciencia de los usuarios, el inicio de la nueva etapa ha significado serios trastornos en el funcionamiento de los locales comerciales. Especialmente los ubicados en el sector sur. Las salidas han sido clausuradas y el movimiento de afluencia de público a mermado, en parte por la crisis y en gran parte por la falta de previsión y planificación en soluciones alternativas al encogimiento de espacios de estacionamientos y vías de ingreso alternativas. Hoy los usuarios esperan impacientes les comuniquen los ajustes de tarifas de arriendo que deben corresponder a la administración del sistema pues es justo que ambas entidades, Administración y Usuarios vayan en las buenas y en las malas, la Administración no puede tomar el papel de simple constructor y arrendatario de los locales, debe ser capaz de gozar de los buenos tiempos y poner el hombro con quienes sostienen el sistema cuando los malos vientos arrecian.
Si bien es cierto la construcción de un edificio que amplíe la capacidad de estacionamientos podrá beneficiar a los usuarios también la construcción de más locales contemplados en el proyecto beneficiarán la rentabilidad de la Administración y mermarán la rentabilidad de los actuales usuarios pues la comida deberá ser repartida entre más bocas.
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