Por Leonardo Solari Alcota, director AUZ
Crónica de opinión publicada en el Diario La Estrella de Iquique
Viernes 29 de enero de 2009.-
En la primera parte de esta crónica, publicada el día viernes 23, conocimos los dramas que sufren a diario todos los usuarios que reexpiden mercancías a los países vecinos por vía terrestre y Aduana les hace responsable de lo que le pueda pasar a la mercadería enviada a la frontera a través de inhóspitos parajes.
El Pagaré que debemos dejar en garantía por el fiel cumplimiento de una mercadería que, insisto, ya no es nuestra y viaja en manos de terceros es una Espada de Damocles.
De esta manera la venta a países vecinos, que es ya temeraria por la factibilidad de merma parcial o total, se agrava cuando, sin mayor comunicación, la Aduana ejecuta los Pagarés firmados por los empresarios sin que previamente se haya efectuado demanda por la merma y procede, sin más, a demandar el pago de lo que, a criterio de dicho Servicio, estima que se debe al Fisco por presunto contrabando. Se da el caso que no emiten el Giro Comprobante de Pago que debiera corresponder confeccionar cuando algún contribuyente es considerado deudor del Fisco quitándole toda posibilidad de defensa. Todo en contra del Empresario Usuario. Por eso se torna injusta la Normativa Aduanera vigente que señala que el usuario Zofri es responsable de una mercancía ya vendida, que ha sido entregada a un transportista que se acogió al Manifiesto Internacional de Carga (MIC) haciéndose, por lo tanto, responsable del correcto destino. Documento del cual Chile es suscriptor y se comprometió internacionalmente a respetar.
Sin embargo, en el sistema en que nos tienen involucrados, Aduana presume que cuando la reexpedición no se cumple correctamente en la Aduana chilena de frontera, "quien vendió incurrió en contrabando y eludió el pago de los impuestos respectivos". Raro el asunto.
Pero aún hay más, y se requiere que se despejen las dudas al respecto. Aduana nos exige suscribir un Pagaré a la vista, por una cantidad mínima de 20 millones de pesos y hasta infinito cuando vendemos al extranjero mercaderías consideradas "especiales" por los altos impuestos anexos al IVA que devengarían si se consumen en Chile.
Sin embargo, tenemos entendido que un Pagaré para que tenga validez al momento de suscribirlo, debe existir una deuda por una cantidad determinada, o sea, debe señalar un monto específico coincidente, salvo las excepciones que para esta materia a su favor tienen específicamente los bancos y entidades financieras. Sin embargo, en nuestro caso, al momento de suscribirlo aun ni siquiera existe deuda alguna para con el Servicio de Aduana o el Fisco.
A pesar de lo anterior, se producen casos en que, sin que medie cobro por la vía normal, Aduana, a través del Consejo de Defensa del Estado, de inmediato efectúa un proceso judicial de cobranza ejecutiva, en el cual ya no se discute el porqué se originó dicha cobranza, sino que se alega que no se pagó un Pagaré por una hipotética deuda. Cabe considerar que paralelo a lo anterior, y a nivel de Fiscalía, se llevan a cabo investigaciones a raíz de denuncias por robo de las mercancías dentro del territorio nacional y en tránsito a la frontera realizadas por los propios afectados, los Usuarios de Zofri. Sin esperar resultados, Aduana igual prosigue la cobranza. Se es culpable antes de que la justicia haya determinado quien realmente lo es.
Entonces comienza otra batalla judicial. Demostrar la inutilidad de dicho documento de pago pues se cobran por montos distintos al indicado en él. Debemos basar nuestra defensa legal en forma y/o fondo, pues no se está dispuesto a comprometer el patrimonio de las empresas por una acción arbitraria de un Servicio que ha sido incapaz de perseguir al verdadero culpable o responsable del no cumplido de una reexpedición.
Así las cosas, estamos esperanzados que los nuevos Tribunales Aduaneros y Tributarios, aprobados recientemente en el Congreso, vengan a remediar y profesionalizar esta situación para que realmente se haga justicia.
El Pagaré que debemos dejar en garantía por el fiel cumplimiento de una mercadería que, insisto, ya no es nuestra y viaja en manos de terceros es una Espada de Damocles.
De esta manera la venta a países vecinos, que es ya temeraria por la factibilidad de merma parcial o total, se agrava cuando, sin mayor comunicación, la Aduana ejecuta los Pagarés firmados por los empresarios sin que previamente se haya efectuado demanda por la merma y procede, sin más, a demandar el pago de lo que, a criterio de dicho Servicio, estima que se debe al Fisco por presunto contrabando. Se da el caso que no emiten el Giro Comprobante de Pago que debiera corresponder confeccionar cuando algún contribuyente es considerado deudor del Fisco quitándole toda posibilidad de defensa. Todo en contra del Empresario Usuario. Por eso se torna injusta la Normativa Aduanera vigente que señala que el usuario Zofri es responsable de una mercancía ya vendida, que ha sido entregada a un transportista que se acogió al Manifiesto Internacional de Carga (MIC) haciéndose, por lo tanto, responsable del correcto destino. Documento del cual Chile es suscriptor y se comprometió internacionalmente a respetar.
Sin embargo, en el sistema en que nos tienen involucrados, Aduana presume que cuando la reexpedición no se cumple correctamente en la Aduana chilena de frontera, "quien vendió incurrió en contrabando y eludió el pago de los impuestos respectivos". Raro el asunto.
Pero aún hay más, y se requiere que se despejen las dudas al respecto. Aduana nos exige suscribir un Pagaré a la vista, por una cantidad mínima de 20 millones de pesos y hasta infinito cuando vendemos al extranjero mercaderías consideradas "especiales" por los altos impuestos anexos al IVA que devengarían si se consumen en Chile.
Sin embargo, tenemos entendido que un Pagaré para que tenga validez al momento de suscribirlo, debe existir una deuda por una cantidad determinada, o sea, debe señalar un monto específico coincidente, salvo las excepciones que para esta materia a su favor tienen específicamente los bancos y entidades financieras. Sin embargo, en nuestro caso, al momento de suscribirlo aun ni siquiera existe deuda alguna para con el Servicio de Aduana o el Fisco.
A pesar de lo anterior, se producen casos en que, sin que medie cobro por la vía normal, Aduana, a través del Consejo de Defensa del Estado, de inmediato efectúa un proceso judicial de cobranza ejecutiva, en el cual ya no se discute el porqué se originó dicha cobranza, sino que se alega que no se pagó un Pagaré por una hipotética deuda. Cabe considerar que paralelo a lo anterior, y a nivel de Fiscalía, se llevan a cabo investigaciones a raíz de denuncias por robo de las mercancías dentro del territorio nacional y en tránsito a la frontera realizadas por los propios afectados, los Usuarios de Zofri. Sin esperar resultados, Aduana igual prosigue la cobranza. Se es culpable antes de que la justicia haya determinado quien realmente lo es.
Entonces comienza otra batalla judicial. Demostrar la inutilidad de dicho documento de pago pues se cobran por montos distintos al indicado en él. Debemos basar nuestra defensa legal en forma y/o fondo, pues no se está dispuesto a comprometer el patrimonio de las empresas por una acción arbitraria de un Servicio que ha sido incapaz de perseguir al verdadero culpable o responsable del no cumplido de una reexpedición.
Así las cosas, estamos esperanzados que los nuevos Tribunales Aduaneros y Tributarios, aprobados recientemente en el Congreso, vengan a remediar y profesionalizar esta situación para que realmente se haga justicia.