lunes, 26 de julio de 2010

LA BELLA ÑUSTA

Por Leonardo Solari Alcota, presidente AUZ.
Crónica publicada en el Diario La Estrella de Iquique, el viernes 16 de julio de 2010.

Dicen que el amor mueve montañas, a 60 kilómetros hacia el oriente y en medio de la Pampa del Tamarugal junto a un arroyo yace enterrada "La Tirana" y su amante portugués. La leyenda cuenta que Diego de Almagro vino a Chile en 1520 acompañado de numerosos indios, entre ellos el Huillacuma o sumo sacerdote del sol y su hija, una bellísima "Ñusta" (Princesa noble inca) de 23 años. Ambos personajes incas estaban acompañados de numerosos oficiales, sacerdotes que ocultaban sus deseos de liberarse del dominio español. El sumo sacerdote y doce oficiales intentaron huir de la expedición de Almagro, pero fueron recapturados y ajusticiados por los españoles, en presencia de la propia Ñusta. Inmediatamente después la princesa inca huyó, seguida de un centenar de leales guerreros y servidores y se internó en los bosques de la pampa del tamarugal, como relata la leyenda.
La Ñusta se convirtió en sacerdotisa y jefe militar de sus hombres. A partir de ese momento ordenó ejecutar a todo español que cayera en manos de sus soldados. La fama de su belleza y de crueldad traspasó los límites de su campo de operaciones y ya era conocida como "La Tirana del Tamarugal".
Un apuesto y joven portugués de nombre Vasco de Almeida, soñó con la Virgen del Carmen, quien le señaló la ruta para llegar a la fabulosa Mina del Sol. Alucinado por su sueño y desobedeciendo los consejos de sus amigos, Almeida se internó en la Pampa del Tamarugal, en los territorios de La Tirana cuyos guerreros lo aprisionaron y lo llevaron ante la princesa. La Ñusta, apenas lo vio, supo de inmediato que no lo podía condenar a muerte. Almeida era un mozo altivo, hermoso y gallardo.
De acuerdo a lo ordenado por la propia Tirana y ratificado por el Consejo de Ancianos, el prisionero debía morir. La princesa recurrió a un ardid para salvar la vida de Almeida: dijo que la sentencia debía ser confirmada por los astros. La princesa descuidó todos sus deberes y la conducción militar de sus hombres. Toda su dedicación estuvo para el prisionero que ella, personalmente, custodiaba en su casa de piedra. Sus deberes de sacerdotisa también los descuidó, lo que causó una creciente ira en sus guerreros. En su afán de salvarle la vida, la "dictadora" trató de llevarlo a su fe en el Inti o Dios Sol, pero todo ocurrió al revés: fue Almeida el que la convirtió al cristianismo.

La Ñusta se convirtió finalmente y un día los amantes se juntaron en un claro del bosque, junto a un manantial. Allí Vasco de Almeida bautizó a su amante con el nombre de María. Los guerreros, sin embargo, espiaban toda la ceremonia y apenas había terminado, los hirieron con cientos de flechas. La princesa sobrevivió lo suficiente como para rogar a sus guerreros que la enterrasen junto a su amado y que pusiesen una cruz en el lugar donde yacieran los dos.
Años después un fraile mercedario halló una cruz toscamente hecha en un claro de la Pampa del Tamarugal en uno de sus viajes de evangelización por la zona. El cura, impresionado por su hallazgo y habiendo oído la trágica historia de los amantes del Tamarugal, ordenó que se construyera un templo en ese lugar y lo bautizó con el nombre de Nuestra Señora del Carmen de la Tirana. Hasta aquí la leyenda.
Como usuarios de la Zofri nos adherimos a la alegría de quienes nos visitan y se unen a la gente de nuestra tierra que profesan su fe en la Virgen del Carmen de la Tirana. Hemos querido recordar para que usted nos conozca mejor y nuestras nuevas generaciones sientan amor por sus tradiciones.

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