lunes, 9 de noviembre de 2009
DELEGACION CHINA VISITO ZOFRI
Una delegación de autoridades de la provincia autónoma de Guangxi de China, visitaron el Barrio Industrial y conocieron el funcionamiento del sistema de Zona Franca, donde cerca de 300 empresarios asiáticos están actualmente operando.
La delegación estuvo encabezada por el vicegobernador de Guangxi, Chen Wu.
El Centro Logístico fue otro punto de interés de la comitiva y en donde pudieron apreciar el movimiento que generan los volúmenes de mercadería que se transan en el sistema.
Los visitantes de Guangxi, recorrieron el Mall Zofri y conocieron los distintos productos que se comercializan, destacando el nivel de tecnología que es importada.
Para el vicegobernador Chen Wu el sistema representa una gran potencial de negocios para China.
Destacó las ventajas que otorga el acuerdo económico suscrito por nuestro país y el gigante asiático.
PARO
Crónica de opinión, por Amín Sade Amado, presidente Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicado en el diario La Estrella de Iquique, el sábado 7 de noviembre de 2009
Ya regresaron a sus labores los funcionarios públicos, quienes durante 48 horas adhirieron al paro nacional convocado por la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF.
En lo medular, los empleados exigen al Gobierno un reajuste de remuneraciones del 10 por ciento.
Las calles del centro de la ciudad sirvieron de escenario para que más de mil empleados marcharan en señal de unión y cohesión y también para que la comunidad adhiriera a sus requerimientos salariales.
La presidenta regional de la Anef, Magdona Muñoz, indicó que incluso están en “estado de alerta”, a la espera de la reunión entre los funcionarios la Cut, el ministerio de Hacienda, y del Trabajo.
Increíblemente el gobierno a través de la dirección del trabajo norma férreamente al sector privado, pero no es capaz de ordenar su propia casa.
Una señal potente de cómo hacer las cosas la dio hace poco tiempo la minera Escondida al negociar sin ningún problema con sus trabajadores dejándole la vara muy alta a Codelco.
La legítima pregunta que nos hacemos todos los contribuyentes es ¿Quién paga los costos sociales y económicos de las movilizaciones?
Resultan valederas las reivindicaciones del sector público, pero no por eso tenemos que pagar los costos de una movilización.
Durante las 48 horas de paralización de la administración pública, por ejemplo, existió un verdadero colapso en los controles fronterizos. Personal del Servicio de Aduanas se sumó a la movilización nacional y miles de toneladas de mercancías en tránsito quedaron estancadas, con la consecuente merma económica.
El propio presidente de la asociación de funcionarios de Aduana, Mauricio Soudre, reconoció que fueron 145 funcionarios los que paralizaron sus actividades. El dirigente explicó que los puntos más críticos fueron en el paso aduanero de Quillagua y El Loa. Para que hablar del paso fronterizo Colchane-Pisiga.
De lo anterior se desprende lo fácil que es paralizar el país. No es posible que tenga que haber paralizaciones para poder solucionar el problema. Dónde quedan las mesas de diálogo, la búsqueda de consensos con que tanto se llenas la boca algunos funcionarios del gobierno.
En protestas anteriores ya hemos manifestado nuestra inquietud sobre la instauración de la política errada del gobierno, basada en la reacción, en vez de la previsión, cabe volver a citar el caso de Escondida para ejemplificar como se puede prever en vez de reaccionar.
La propia Presidenta de la República, incluso ha emplazado en movilizaciones anteriores, a sus ministros y subsecretarios, para que se adelanten a los hechos. Con todo el respeto que se merecen nuestras autoridades, ¿Qué esperan para resolver el conflicto con los empleados fiscales? Estamos todavía en periodo de crisis económica y por muy loables que sean sus aspiraciones no podemos paralizar el país.
Vemos con preocupación la tardanza para reaccionar. Un ejemplo de ello es la dilatación en las conversaciones con los profesores por la llamada Deuda Histórica.
En periodo de elecciones Presidenciales y Parlamentarias el tema se agudiza aún más, pues se deterioran las confianzas y abundan las medidas de presión como única arma para ponerse de acuerdo.
Es necesaria una actitud más pro-positiva a la hora de enfrentar los problemas, buscando soluciones inteligentes para sacar este país adelante. Y ojo, no solamente “metiéndose la mano al bolsillo”.
Publicado en el diario La Estrella de Iquique, el sábado 7 de noviembre de 2009
Ya regresaron a sus labores los funcionarios públicos, quienes durante 48 horas adhirieron al paro nacional convocado por la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF.
En lo medular, los empleados exigen al Gobierno un reajuste de remuneraciones del 10 por ciento.
Las calles del centro de la ciudad sirvieron de escenario para que más de mil empleados marcharan en señal de unión y cohesión y también para que la comunidad adhiriera a sus requerimientos salariales.
La presidenta regional de la Anef, Magdona Muñoz, indicó que incluso están en “estado de alerta”, a la espera de la reunión entre los funcionarios la Cut, el ministerio de Hacienda, y del Trabajo.
Increíblemente el gobierno a través de la dirección del trabajo norma férreamente al sector privado, pero no es capaz de ordenar su propia casa.
Una señal potente de cómo hacer las cosas la dio hace poco tiempo la minera Escondida al negociar sin ningún problema con sus trabajadores dejándole la vara muy alta a Codelco.
La legítima pregunta que nos hacemos todos los contribuyentes es ¿Quién paga los costos sociales y económicos de las movilizaciones?
Resultan valederas las reivindicaciones del sector público, pero no por eso tenemos que pagar los costos de una movilización.
Durante las 48 horas de paralización de la administración pública, por ejemplo, existió un verdadero colapso en los controles fronterizos. Personal del Servicio de Aduanas se sumó a la movilización nacional y miles de toneladas de mercancías en tránsito quedaron estancadas, con la consecuente merma económica.
El propio presidente de la asociación de funcionarios de Aduana, Mauricio Soudre, reconoció que fueron 145 funcionarios los que paralizaron sus actividades. El dirigente explicó que los puntos más críticos fueron en el paso aduanero de Quillagua y El Loa. Para que hablar del paso fronterizo Colchane-Pisiga.
De lo anterior se desprende lo fácil que es paralizar el país. No es posible que tenga que haber paralizaciones para poder solucionar el problema. Dónde quedan las mesas de diálogo, la búsqueda de consensos con que tanto se llenas la boca algunos funcionarios del gobierno.
En protestas anteriores ya hemos manifestado nuestra inquietud sobre la instauración de la política errada del gobierno, basada en la reacción, en vez de la previsión, cabe volver a citar el caso de Escondida para ejemplificar como se puede prever en vez de reaccionar.
La propia Presidenta de la República, incluso ha emplazado en movilizaciones anteriores, a sus ministros y subsecretarios, para que se adelanten a los hechos. Con todo el respeto que se merecen nuestras autoridades, ¿Qué esperan para resolver el conflicto con los empleados fiscales? Estamos todavía en periodo de crisis económica y por muy loables que sean sus aspiraciones no podemos paralizar el país.
Vemos con preocupación la tardanza para reaccionar. Un ejemplo de ello es la dilatación en las conversaciones con los profesores por la llamada Deuda Histórica.
En periodo de elecciones Presidenciales y Parlamentarias el tema se agudiza aún más, pues se deterioran las confianzas y abundan las medidas de presión como única arma para ponerse de acuerdo.
Es necesaria una actitud más pro-positiva a la hora de enfrentar los problemas, buscando soluciones inteligentes para sacar este país adelante. Y ojo, no solamente “metiéndose la mano al bolsillo”.
CRUCEROS
Crónica de opinión, por Rubén Veliz Delgado, director Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicado el viernes 30 de octubre de 2009, en el diario La Estrella de Iquique
La llegada del primer crucero a Iquique de la temporada estival 2009-2010 el martes recién pasado, representa una buena oportunidad para analizar nuestros reales intereses para recibir a estas embarcaciones turísticas.
El Prince Albert II es un crucero de origen estadounidense que arribó por unas horas a Iquique y llegó con cerca de 52 pasajeros, la mayoría provenientes del país del norte y de Europa.
Son turistas de alto poder adquisitivo, en su mayoría de la tercera edad y con un reconocido interés por conocer nuestra zona, especialmente las bondades y cultura de los pueblos del interior.
Cerca de las 13 horas viajó rumbo a Antofagasta, para continuar luego a Coquimbo y Valparaíso y al sur del país.
La directora regional de Sernatur, Claudia Póveda, resaltó la importancia de visitas, al igual que el intendente Miguel Silva, quienes destacaron que los cruceros contribuyen a la cadena de valor de la industria turística y que los pasajeros dejan importantes recursos en la región y en la ciudad.
La industria del turismo no se genera por reacción espontánea o buenas intenciones. Es un trabajo mancomunado, de promoción de nuestras bondades y fortalezas: buen clima, kilómetros de playas, seguridad, atractivos turísticos y culturales en el interior y de nuestra ciudad, zona franca, son algunas características que nos diferencian de algunas regiones.
Sin embargo, una duda razonable es por qué no llegan la cantidad esperada de cruceros a nuestra zona. Si lo hacen en Arica, Antofagasta y en mayor medida, a los puertos de Coquimbo, Valparaíso y Puerto Montt.
Quizá la respuesta sea nuestra escasa capacidad operativa para recibir estos colosos del mar.
Iquique no tiene un puerto de pasajeros como el caso de Valparaíso. Tampoco una coordinación a nivel del puerto de la Quinta Región, que cada vez que arriba un crucero literalmente se moviliza toda la ciudad. Un ejemplo de ello son los operativos especiales de Carabineros y la PDI, los organismos públicos, incluso los comerciantes y restaurantes abren sus puertas en horarios especiales. Hasta la comunidad recibe con los brazos abiertos a los turistas extranjeros.
La llegada de cruceros a Iquique no debería considerarse como una excepción a la regla o un acontecimiento aislado, sino más bien un hecho habitual y cotidiano que incorpora nuevos elementos a nuestra oferta turística de esta “industria sin chimeneas”.
La construcción de nuevos cruceros abre nuevas ventanas a Iquique para ingresar al mercado cada vez atractivo de “puerto de paso”.
El “Freedom of the Seas” es el trasatlántico más grande del mundo, con 6 mil 200 pasajeros y 2 mil tripulantes. ¿Se imagina esa mole arribando a nuestras costas y el impacto que generaría en la economía local? La industria de cruceros está recuperándose tras la crisis y nuevas embarcaciones buscan además nuevos destinos atractivos en Sudamérica.
Hace unos días, los alcaldes de las comunas con puertos que reciben cruceros acordaron impulsar cambios en las normativas legales que permitan a los cruceros operar sus casinos. Además pretenden que paguen menos tarifas, mientras estén en nuestro país, pues el costo de los puertos chilenos es de los más altos del mundo.
Según el presidente del capítulo Ciudades Puertos Cruceros, Oscar Pereira, en la última temporada de cruceros, más de cien mil pasajeros desembarcaron en Chile, quienes gastaron en total 4,7 millones de dólares en el país. ¿Cuánto de esa torta está quedando en la Región de Tarapacá?
La llegada del primer crucero a Iquique de la temporada estival 2009-2010 el martes recién pasado, representa una buena oportunidad para analizar nuestros reales intereses para recibir a estas embarcaciones turísticas.
El Prince Albert II es un crucero de origen estadounidense que arribó por unas horas a Iquique y llegó con cerca de 52 pasajeros, la mayoría provenientes del país del norte y de Europa.
Son turistas de alto poder adquisitivo, en su mayoría de la tercera edad y con un reconocido interés por conocer nuestra zona, especialmente las bondades y cultura de los pueblos del interior.
Cerca de las 13 horas viajó rumbo a Antofagasta, para continuar luego a Coquimbo y Valparaíso y al sur del país.
La directora regional de Sernatur, Claudia Póveda, resaltó la importancia de visitas, al igual que el intendente Miguel Silva, quienes destacaron que los cruceros contribuyen a la cadena de valor de la industria turística y que los pasajeros dejan importantes recursos en la región y en la ciudad.
La industria del turismo no se genera por reacción espontánea o buenas intenciones. Es un trabajo mancomunado, de promoción de nuestras bondades y fortalezas: buen clima, kilómetros de playas, seguridad, atractivos turísticos y culturales en el interior y de nuestra ciudad, zona franca, son algunas características que nos diferencian de algunas regiones.
Sin embargo, una duda razonable es por qué no llegan la cantidad esperada de cruceros a nuestra zona. Si lo hacen en Arica, Antofagasta y en mayor medida, a los puertos de Coquimbo, Valparaíso y Puerto Montt.
Quizá la respuesta sea nuestra escasa capacidad operativa para recibir estos colosos del mar.
Iquique no tiene un puerto de pasajeros como el caso de Valparaíso. Tampoco una coordinación a nivel del puerto de la Quinta Región, que cada vez que arriba un crucero literalmente se moviliza toda la ciudad. Un ejemplo de ello son los operativos especiales de Carabineros y la PDI, los organismos públicos, incluso los comerciantes y restaurantes abren sus puertas en horarios especiales. Hasta la comunidad recibe con los brazos abiertos a los turistas extranjeros.
La llegada de cruceros a Iquique no debería considerarse como una excepción a la regla o un acontecimiento aislado, sino más bien un hecho habitual y cotidiano que incorpora nuevos elementos a nuestra oferta turística de esta “industria sin chimeneas”.
La construcción de nuevos cruceros abre nuevas ventanas a Iquique para ingresar al mercado cada vez atractivo de “puerto de paso”.
El “Freedom of the Seas” es el trasatlántico más grande del mundo, con 6 mil 200 pasajeros y 2 mil tripulantes. ¿Se imagina esa mole arribando a nuestras costas y el impacto que generaría en la economía local? La industria de cruceros está recuperándose tras la crisis y nuevas embarcaciones buscan además nuevos destinos atractivos en Sudamérica.
Hace unos días, los alcaldes de las comunas con puertos que reciben cruceros acordaron impulsar cambios en las normativas legales que permitan a los cruceros operar sus casinos. Además pretenden que paguen menos tarifas, mientras estén en nuestro país, pues el costo de los puertos chilenos es de los más altos del mundo.
Según el presidente del capítulo Ciudades Puertos Cruceros, Oscar Pereira, en la última temporada de cruceros, más de cien mil pasajeros desembarcaron en Chile, quienes gastaron en total 4,7 millones de dólares en el país. ¿Cuánto de esa torta está quedando en la Región de Tarapacá?
TRABAJO MANCOMUNADO
Por José Luis Alfaro Zavala, director AUZ
Publicado en La Estrella de Iquique, el viernes 23 de octubre de 2009
"Remar todos para el mismo lado" debe ser la expresión popular que mejor debe reflejar la voluntad de los iquiqueños para enfrentar las adversidades y los desafíos que se nos vienen por delante y convertir estas en oportunidades.
No se trata de pensar igual, donde las diferencias sean excluidas en el diálogo, sino más bien fijar un horizonte común de crecimiento, desarrollo y progreso.
Tras la visita a nuestra ciudad del ministro de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández, quedó demostrado el interés de Chile, por fortalecer las relaciones internacionales, especialmente con los países de Latinoamérica.
Para la Zona Franca, el comercio internacional de Chile con Bolivia, es el principal socio comercial. Por eso es urgente seguir consolidando el sistema franco y a Iquique, en general, como una plataforma de servicios y negocios., tal como lo planteó el canciller durante su visita.
Somos la salida natural de los productos de Latinoamérica y de llegada de las mercancías de las naciones del Asia Pacífico, actualmente las más prósperas y de mayor crecimiento en el planeta.
Además, somos el nexo natural, por nuestra privilegiada ubicación geográfica, del comercio internacional.
Ese es el principal desafío que tenemos por delante, y donde toda la comunidad debe estar comprometida. Junto al turismo y la producción minera, Iquique dejará de vivir los periodos cíclicos que marcaron su historia, ligada al salitre y la actividad pesquera.
Es el momento de dar un salto cualitativo en términos de estrategia de desarrollo regional y de los próximos desafíos venideros.
Quizá existe el consenso de los sectores públicos y privados por salir adelante bajo esta lógica de desarrollo. La duda razonable es si los esfuerzos han sido coordinados.
Desde un tiempo a esta parte se reconocen legítimas instancias de acercamiento, formando verdaderas alianzas estratégicas, entre todos los actores, que han permitido que hoy Iquique vuelva a reactivar su economía y vea el futuro de manera más promisoria.
En la actualidad, el surgimiento de este nuevo sector público-privado se ha caracterizado por tener una visión más amplia y certera de lo que es mejor para todos. Elaborando proyectos y sacando adelante iniciativas a mediano y largo plazo, donde el trabajo mancomunado y la planificación cumplen un papel trascendental.
Es así como en estos momentos, se han dado grandes pasos en pos del crecimiento y desarrollo, como es la firma de convenios y tratados que pretenden proporcionar mejores y mayores posibilidades a productos nacionales para ingresar al mercado mundial.
De esta manera, la unión entre los distintos actores del sistema ha permitido que se vean a su vez más fortalecidos al trabajar de común acuerdo.
La Región de Tarapacá no puede estar ajena a estos cambios y debe, por tanto, también ser capaz de formar un frente común donde las empresas y el gobierno sean capaces de unir sus esfuerzos, ideas y recursos para buscar una solución efectiva a todos los problemas que aquejan a esta "Tierra de Campeones".
Debemos todos, Gobierno, Zofri S.A., empresarios y trabajadores, tener muy claro que quienes resultarán más beneficiados o perjudicados con las decisiones que se tomen será la propia comunidad iquiqueña.
CRECIMIENTO DE ZOFRI
Por Manuel Grinspun, director AUZ
Publicada el sábado 17 de octubre de 2009 en La Estrella de Iquique
El crecimiento de la Zona Franca de Iquique, ejemplificada en la próxima inauguración del moderno edificio de estacionamientos y ampliación de Mall, me trae al recuerdo los inicios del sistema franco, del cual varios usuarios hemos sido testigos a lo largo de estos más de 30 años.
Fueron precisamente empresarios de la región, quienes promovieron y emplazaron al gobierno de la época la creación de un sistema franco, con la finalidad de revertir la difícil situación económica que vivía nuestra ciudad, una crisis recordada como de "Las banderas negras"
En el año 1975, fueron dictadas una serie de decretos leyes que dieron forma jurídica a la actual Zona Franca de Iquique, y que posteriormente se refunden en el DFL 341 del Ministerio de Hacienda del año 1977.
En el año 1976, comenzaron las primeras operaciones comerciales de los usuarios en las ex instalaciones de la Marco Chilena, ubicadas en la calle Patricio Lynch, donde actualmente funcionan los tribunales. Fueron los primeros 40 primeros locales de venta a público, que en ese entonces se conocían como módulos, concepto que permanece hasta hoy. Desde ese momento, un puñado de empresarios, arriesgaron su patrimonio e invirtieron en este sueño de desarrollo y crecimiento.
En 1977, y debido a la explosiva demanda de empresarios por nuevos terrenos para invertir, se inician las primeras inversiones en el Barrio El Colorado, siendo el inicio de la infraestructura que actualmente conocemos como Recinto Amurallado.
Fueron los primeros galpones de uno y dos pisos que se levantaron para recibir la mercadería de las importaciones provenientes principalmente del Asia-Pacífico. Los inicios de la Zofri que conocemos hoy.
Desde su inicio hasta el año 1990, la zona franca fue administrada por la Junta de Administración y Vigilancia, servicio público sin fines de lucro y dependiente del Ministerio de Hacienda, cuyo objetivo fue administrar, explotar y supervigilar la Zofri. Luego, el Estado entregó la administración de la Zona Franca a la sociedad anónima que conocemos hoy. Esta S.A. ha sido una de las impulsoras del desarrollo de la infraestructura, generando nuevas áreas de crecimiento inmobiliario en el Barrio Industrial.
Muestra de ellos fue la ampliación de los espacios disponibles para la construcción de nuevos galpones, crecimiento del Recinto Amurallado, incluido un paso bajo nivel, edificio de estacionamientos, más y mejores locales ante la constante demanda de los empresarios.
Zofri es, sin lugar a duda, uno de los centros comerciales más importantes de Sudamérica.
La génesis de los actuales Mall presentes en las ciudades más importantes de mundo. La visión de los empresarios de la época y de las autoridades que creyeron el proyecto, así como quienes mantienen vigente el sistema, son en parte responsables del sostenido crecimiento de Iquique, ciudad íntimamente ligada a Zofri.
De ahí se consolida el concepto de Zona Franca de Iquique, principal palanca de desarrollo regional, pues es reconocida su injerencia en la generación de miles de puestos de trabajo, directos e indirectos.
El crecimiento de la Zona Franca de Iquique, ejemplificada en la próxima inauguración del moderno edificio de estacionamientos y ampliación de Mall, me trae al recuerdo los inicios del sistema franco, del cual varios usuarios hemos sido testigos a lo largo de estos más de 30 años.
Fueron precisamente empresarios de la región, quienes promovieron y emplazaron al gobierno de la época la creación de un sistema franco, con la finalidad de revertir la difícil situación económica que vivía nuestra ciudad, una crisis recordada como de "Las banderas negras"
En el año 1975, fueron dictadas una serie de decretos leyes que dieron forma jurídica a la actual Zona Franca de Iquique, y que posteriormente se refunden en el DFL 341 del Ministerio de Hacienda del año 1977.
En el año 1976, comenzaron las primeras operaciones comerciales de los usuarios en las ex instalaciones de la Marco Chilena, ubicadas en la calle Patricio Lynch, donde actualmente funcionan los tribunales. Fueron los primeros 40 primeros locales de venta a público, que en ese entonces se conocían como módulos, concepto que permanece hasta hoy. Desde ese momento, un puñado de empresarios, arriesgaron su patrimonio e invirtieron en este sueño de desarrollo y crecimiento.
En 1977, y debido a la explosiva demanda de empresarios por nuevos terrenos para invertir, se inician las primeras inversiones en el Barrio El Colorado, siendo el inicio de la infraestructura que actualmente conocemos como Recinto Amurallado.
Fueron los primeros galpones de uno y dos pisos que se levantaron para recibir la mercadería de las importaciones provenientes principalmente del Asia-Pacífico. Los inicios de la Zofri que conocemos hoy.
Desde su inicio hasta el año 1990, la zona franca fue administrada por la Junta de Administración y Vigilancia, servicio público sin fines de lucro y dependiente del Ministerio de Hacienda, cuyo objetivo fue administrar, explotar y supervigilar la Zofri. Luego, el Estado entregó la administración de la Zona Franca a la sociedad anónima que conocemos hoy. Esta S.A. ha sido una de las impulsoras del desarrollo de la infraestructura, generando nuevas áreas de crecimiento inmobiliario en el Barrio Industrial.
Muestra de ellos fue la ampliación de los espacios disponibles para la construcción de nuevos galpones, crecimiento del Recinto Amurallado, incluido un paso bajo nivel, edificio de estacionamientos, más y mejores locales ante la constante demanda de los empresarios.
Zofri es, sin lugar a duda, uno de los centros comerciales más importantes de Sudamérica.
La génesis de los actuales Mall presentes en las ciudades más importantes de mundo. La visión de los empresarios de la época y de las autoridades que creyeron el proyecto, así como quienes mantienen vigente el sistema, son en parte responsables del sostenido crecimiento de Iquique, ciudad íntimamente ligada a Zofri.
De ahí se consolida el concepto de Zona Franca de Iquique, principal palanca de desarrollo regional, pues es reconocida su injerencia en la generación de miles de puestos de trabajo, directos e indirectos.
TERMOELECTRICAS: ¿QUIEN QUIERE MAS ENERGIA?
Crónica de opinión, por Felipe Illanes Petersen, Past Presidente, Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicada en el diario La Estrella de Iquique, el viernes 9 de octubre de 2009.-
Próximamente la Municipalidad de Iquique y el Cuerpo de Concejales, a instancia de algunos concejales y ambientalistas, organizó la consulta ciudadana sobre la instalación de centrales termoeléctricas a carbón. ¿Más termoeléctricas a carbón en Iquique? será la pregunta que cada habitante deberá considerar en conciencia y marcar con una raya por sí o por no. La votación será secreta, pero no obligatoria, y los participantes tendrán que hacerlo en urna, tal como en una elección de autoridades.
La consulta ciudadana, representa una legítima voluntad del gobierno comunal por involucrarse en la temática contingentes, especialmente aquellas referidas a la preocupación por el cuidado del medioambiente, interferencias con el Plan de Desarrollo Comunal, y riegos a la actividad turística. Si el rechazo es mayoritario en la consulta, el municipio iniciaría acciones legales para evitar que éstas funcionen.
Como toda consulta tiene una parte y una contraparte, y da la impresión que en la temática de la instalación de las termoeléctricas a carbón nadie estuviese a favor de ellas. Parece que hablan mucho quienes se oponen, pero poco o nada los que proponen y menos los que solucionan.
Veamos otras consideraciones. Es reconocida la debilidad de Chile y nuestra zona aún más, respecto a la carencia de producir energía necesaria para abastecer a su población y sus industrias. Ya el gas boliviano se esfumó para nosotros. El gas desde Argentina también, cuando cerró “su llave de paso”, y obligó al Gobierno a pensar en otra alternativa de abastecimiento, que se concretó con la instalación de una planta en Quinteros, donde llegan naves de todo el mundo con gas natural.
Otro antecedente importante que agregar es que gobierno ha sido, aunque tardío, impulsor en promover la ampliación de la matriz energética, promoviendo el estudio de energías limpias y renovables, y con un mínimo impacto en el medioambiente. Energía eólica, solar y incluso la geotérmica, (lamentablemente difundida por el incidente cerca del El Tatio en San Pedro de Atacama) , son intentos legítimos de ampliar nuestra matriz energética, pero que claramente no resolverá ni cercanamente el problema de dependencia del suministro en el corto, ni siquiera en el mediano plazo.
¿Acaso serán idiotas los ejecutivos e inversionistas de las empresas eléctricas que vienen a instalar caprichosamente dos plantas de producción de energía a carbón en la zona? Acaso no será que existe una demanda de energía en Tarapacá, que debe ser cubierta a la brevedad, para asegurar nuestro CRECIMIENTO y desarrollo productivo. Al parecer la alternativa de instalar dos centrales termoeléctricas en el borde costero, en el sector de Patache sería necesaria, pues de otra manera no se entiende en emprendimiento de materializarla, a pesar de las voces de alerta.
Mientras ambientalistas y un porcentaje de la ciudadanía está en contra de la instalación de las termoeléctricas, la pregunta razonable es ¿cuánto más en dinero en nuevas tarifas estamos dispuestos a pagar en costo de energía para no contaminar y cuántas ampliaciones de proyectos productivos tendrán que postergarse a la espera de otras energías más limpias? ¿Deberán postergarse las proyectadas ampliaciones mineras y regularse y restarse a nuestro crecimiento? ¿Por éste camino acaso prohibiremos luego la circulación de vehículos diesel? ¿Condenaremos a los automovilistas y los castigaremos con restricciones? ¿Estamos dispuestos a un racionamiento para minimizar la contaminación? ¿Quién puede informar en definitiva de cuáles son los proyectos alternativos y practicables de generación eléctrica que tenemos para Iquique? ¿Podremos obligarlos a producir con gas o con diesel? ¿Y estarán a tiempo? ¿Tendremos costo aceptable para ello?
La necesidad de energía en la zona debe ser analizada con altura de miras, con una discusión que permita acercar las partes y buscar puntos en común. No se trata de aprobar o rechazar la instalación de las termoeléctricas, sino de buscar soluciones a nuestra imperiosa necesidad de energía. Obviamente la energía a carbón puede generar residuos y grados de contaminación, que pueden mitigarse, controlarse y regularse. Es responsabilidad de nuestras autoridades fiscalizar el impacto ambiental de las iniciativas privadas, especialmente la Municipalidad, Salud y Conama, entre otras. Estoy seguro que nuestra alcaldesa, buscará el equilibrio necesario para que Iquique tenga la energía necesaria, ojala limpia, acorde con una ciudad pujante y progresista que tiene también en el turismo un futuro que está a la vuelta de la esquina.
No basta con negarse o aprobar, sino generar un diálogo transparente, considerando las nuevas oportunidades de desarrollo, y teniendo en cuenta nuestras debilidades y amenazas.
Publicada en el diario La Estrella de Iquique, el viernes 9 de octubre de 2009.-
Próximamente la Municipalidad de Iquique y el Cuerpo de Concejales, a instancia de algunos concejales y ambientalistas, organizó la consulta ciudadana sobre la instalación de centrales termoeléctricas a carbón. ¿Más termoeléctricas a carbón en Iquique? será la pregunta que cada habitante deberá considerar en conciencia y marcar con una raya por sí o por no. La votación será secreta, pero no obligatoria, y los participantes tendrán que hacerlo en urna, tal como en una elección de autoridades.
La consulta ciudadana, representa una legítima voluntad del gobierno comunal por involucrarse en la temática contingentes, especialmente aquellas referidas a la preocupación por el cuidado del medioambiente, interferencias con el Plan de Desarrollo Comunal, y riegos a la actividad turística. Si el rechazo es mayoritario en la consulta, el municipio iniciaría acciones legales para evitar que éstas funcionen.
Como toda consulta tiene una parte y una contraparte, y da la impresión que en la temática de la instalación de las termoeléctricas a carbón nadie estuviese a favor de ellas. Parece que hablan mucho quienes se oponen, pero poco o nada los que proponen y menos los que solucionan.
Veamos otras consideraciones. Es reconocida la debilidad de Chile y nuestra zona aún más, respecto a la carencia de producir energía necesaria para abastecer a su población y sus industrias. Ya el gas boliviano se esfumó para nosotros. El gas desde Argentina también, cuando cerró “su llave de paso”, y obligó al Gobierno a pensar en otra alternativa de abastecimiento, que se concretó con la instalación de una planta en Quinteros, donde llegan naves de todo el mundo con gas natural.
Otro antecedente importante que agregar es que gobierno ha sido, aunque tardío, impulsor en promover la ampliación de la matriz energética, promoviendo el estudio de energías limpias y renovables, y con un mínimo impacto en el medioambiente. Energía eólica, solar y incluso la geotérmica, (lamentablemente difundida por el incidente cerca del El Tatio en San Pedro de Atacama) , son intentos legítimos de ampliar nuestra matriz energética, pero que claramente no resolverá ni cercanamente el problema de dependencia del suministro en el corto, ni siquiera en el mediano plazo.
¿Acaso serán idiotas los ejecutivos e inversionistas de las empresas eléctricas que vienen a instalar caprichosamente dos plantas de producción de energía a carbón en la zona? Acaso no será que existe una demanda de energía en Tarapacá, que debe ser cubierta a la brevedad, para asegurar nuestro CRECIMIENTO y desarrollo productivo. Al parecer la alternativa de instalar dos centrales termoeléctricas en el borde costero, en el sector de Patache sería necesaria, pues de otra manera no se entiende en emprendimiento de materializarla, a pesar de las voces de alerta.
Mientras ambientalistas y un porcentaje de la ciudadanía está en contra de la instalación de las termoeléctricas, la pregunta razonable es ¿cuánto más en dinero en nuevas tarifas estamos dispuestos a pagar en costo de energía para no contaminar y cuántas ampliaciones de proyectos productivos tendrán que postergarse a la espera de otras energías más limpias? ¿Deberán postergarse las proyectadas ampliaciones mineras y regularse y restarse a nuestro crecimiento? ¿Por éste camino acaso prohibiremos luego la circulación de vehículos diesel? ¿Condenaremos a los automovilistas y los castigaremos con restricciones? ¿Estamos dispuestos a un racionamiento para minimizar la contaminación? ¿Quién puede informar en definitiva de cuáles son los proyectos alternativos y practicables de generación eléctrica que tenemos para Iquique? ¿Podremos obligarlos a producir con gas o con diesel? ¿Y estarán a tiempo? ¿Tendremos costo aceptable para ello?
La necesidad de energía en la zona debe ser analizada con altura de miras, con una discusión que permita acercar las partes y buscar puntos en común. No se trata de aprobar o rechazar la instalación de las termoeléctricas, sino de buscar soluciones a nuestra imperiosa necesidad de energía. Obviamente la energía a carbón puede generar residuos y grados de contaminación, que pueden mitigarse, controlarse y regularse. Es responsabilidad de nuestras autoridades fiscalizar el impacto ambiental de las iniciativas privadas, especialmente la Municipalidad, Salud y Conama, entre otras. Estoy seguro que nuestra alcaldesa, buscará el equilibrio necesario para que Iquique tenga la energía necesaria, ojala limpia, acorde con una ciudad pujante y progresista que tiene también en el turismo un futuro que está a la vuelta de la esquina.
No basta con negarse o aprobar, sino generar un diálogo transparente, considerando las nuevas oportunidades de desarrollo, y teniendo en cuenta nuestras debilidades y amenazas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)