domingo, 20 de abril de 2008

Los errores se pagan


Por Amín Sade Amado, presidente de la Asociación Usuarios Zofri A.G.
Publicada en el diario La Estrella de Iquique, el viernes 18 de abril de 2008.-


La comunidad y agrupaciones gremiales del país, en las cuales nos incluimos, ven con preocupación la seguidilla de errores cometidos por el gobierno durante el último tiempo.
Los anterior, denota una grave falta de previsión y lineamientos generales en su actuar.
No existe una carta de navegación clara. Se toman decisiones erradas, que después hay que enmendar, con costos elevadísimos para el país, porque no hay una planificación.
Nos parece extrañísimo como está funcionando el control del gobierno. Ejemplos tenemos varios. Las isapres suben sus precios y una parte del gobierno establece que están en lo correcto y en su derecho y, otros, aseguran que no corresponde. Para qué hablar del Transantiago y de los nefastos efectos para las regiones: ahora el Estado pide préstamos para financiar el transporte público capitalino el cual debe pagar con plata de todos los chilenos, incluso en desmedro de las regiones, pues no hay una compensación. ¿Quién los entiende?
Dejó atónita a la población chilena la sorprendente farsa montada en la inauguración de un hospital, faltando el respeto por completo a la propia Presidenta de la República, que incluso visitó a supuestos pacientes internados, situación que a la larga terminó siendo ficticia.
También está el complejo panorama que vivió durante semanas la ministra de Educación, Yasna Provoste. Unos la culpan, otros la defienden. Dicen que los responsables son otros por el escándalo en el tema de las subvenciones. Ayer el Senado terminó por inhabilitarla durante cinco años para ejercer en cualquier cargo público, en un verdadero "Circo Romano" instalado en el Parlamento. También sepultó sus aspiraciones políticas.
Estas mismas situaciones de descalabro podemos extrapolarlas a lo que sucede en la administración de la Zona Franca de Iquique.
Los ejecutivos toman decisiones apresuradas en su afán por aumentar la rentabilidad del sistema, de las cuales después nadie se hace responsable, o peor, no se reconocen que han sido mal tomadas.
El crecimiento sin planificación del Recinto Amurallado, que en la práctica lo colapsó , es una muestra de lo anterior. Si por cada galpón, significa en promedio el tránsito diario de unos 5 o 10 camiones, cargando o descargando, es evidente que el espacio disponible colapsaría.
Tampoco se pensó en la cantidad de personas que irían a trabajar a los galpones y que estos podrían desplazarse en auto, todos los días.
En el centro comercial o mall, los ejecutivos apostaron en aumentar el tamaño de los módulos, pero no se pensó en las necesidades de los trabajadores, ni en el frío ni en el calor. Solo en aumentar los metros cuadrados con ventas, para más rentabilidad.
En el Barrio Industrial se dejó actuar a algunos usuarios libremente en materia de edificación o control, porque total estaban generando ingresos.
Ahora nos encontramos que ello se volvió una situación incontrolable y para solucionarlo, Zofri S.A. decidió, unilateralmente, presentar un proyecto en un terreno que tiene en Alto Hospicio con uso industrial, para instalar lo que no puede controlar. Los más desfavorecidos serán los importadores de vehículos usados, que "pagarán los platos rotos", lo cual está perjudicando directamente a empresarios y a miles de trabajadores. ¿Quién seguirá después? Los errores, en el corto, mediano o largo plazo, se pagan, y caro.

No hay comentarios: