Crónica de opinión, publicada en el Diario La Estrella de Iquique, el viernes 5 de marzo de 2010.
Por Pedro Henríquez Schafer, vicepresidente Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Por Pedro Henríquez Schafer, vicepresidente Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Hemos sido testigos de una verdadera desgracia en perjuicio de por lo menos 2 millones de nuestros queridos compatriotas y familias de extranjeros avecindados.
Nuevamente los efectos devastadores de la naturaleza dieron cuenta de la fragilidad humana, azotando con toda su fuerza a los chilenos de la zona centro-sur del país.
El 27 de febrero, a las 3:34 de la madrugada comenzó la tragedia. Primero un terremoto grado 8.8 en la escala de Richter, con epicentro en el mar. Por lo mismo, luego vinieron, réplicas y olas tsunamis y/o maremotos, que destruyeron los balnearios y caletas de la Octava Región.
A lo anterior, se sumaron incendios y saqueos que generó mayor desesperación e incertidumbre de los damnificados, y que fueron detalladamente cubiertos por los medios de comunicación.
No es tiempo de cuestionar la coordinación entre las autoridades y las improvisaciones al momento de enfrentar un fenómeno telúrico de estas proporciones.
Ahora es el momento de emplear a las Fuerzas Armadas y de Orden para resguardar la seguridad de la población afectada, apoyar con medios humanos como voluntarios de bomberos, la Cruz Roja, profesionales o personas anónimas con ansias de aportar.
Desde el norte, debemos solidarizar con alimentos no perecibles como azúcar, arroz, fideos, legumbres, aceite, conservas; frazadas, pañales para niños y adultos mayores.
Como Asociación de Usuarios de Zofri estamos coordinando la ayuda de cientos de empresarios del sistema franco y poniéndonos a disposición de la autoridad comunal en el marco de su campaña “Desde Iquique, levantemos Chile”, debemos destacar el aporte que están realizando las comunidades de empresarios extranjeros de Zofri y agradecer tan humanitario gesto con nuestros compatriotas , también los empresarios Chilenos han hecho lo propio , solo nos resta como asociación gremial hacer un ultimo llamado a la cooperación a aquéllos empresarios que aun no lo han hecho , nuestra sede se encuentra abierta a la recepción de las donaciones o para su coordinación de entrega directa a los organismos pertinentes.
El tiempo apremia y toda la colaboración es necesaria, tanto de trabajadores y usuarios de Zofri, así como de toda la comunidad iquiqueña.
En términos de conectividad, es urgente instalar puentes mecanos, despejar vías. En asistencia, más hospitales de campaña para recibir a los heridos. Por eso es importante la ayuda de profesionales idóneos que apoyen las labores de habilitación de los canales de comunicación y atención a los heridos.
En el mediano plazo, debemos ser capaces de aportar con materiales para iniciar el proceso de reconstrucción de miles de viviendas que quedaron devastadas por los efectos de la naturaleza.
La ayuda comenzó a llegar a los poblados y ciudades azotadas por el terremoto en la zona sur del país.
Lo importante ahora es distribuirla a la brevedad, con diligencia y atendiendo las reales necesidades de la población.
Ya se inicia el despeje y habilitación de las carreteras, la limpieza de escombros y, en las próximas semanas la lenta, pero progresiva etapa de reconstrucción, conocida por los iquiqueños, que sufrimos los embates de la naturaleza aquel 13 de junio de 2005 y donde conocimos la solidaridad de nuestros compatriotas.
La tarea es enorme, los daños son aun inconmensurables y las perdidas de vidas son un dolor enorme para sus familiares y para todo el país. Desde nuestra alejada ciudad de Iquique estamos acompañando en el dolor a las familias y nuestras distintas comunidades en sus respectivos credos están orando para su fortalecimiento espiritual y consuelo frente a tanta desgracia.
Chile se pondrá de pie, demostrando al mundo nuevamente la voluntad y coraje de su población para enfrentar unida y en comunidad la desgracia.
Nuevamente los efectos devastadores de la naturaleza dieron cuenta de la fragilidad humana, azotando con toda su fuerza a los chilenos de la zona centro-sur del país.
El 27 de febrero, a las 3:34 de la madrugada comenzó la tragedia. Primero un terremoto grado 8.8 en la escala de Richter, con epicentro en el mar. Por lo mismo, luego vinieron, réplicas y olas tsunamis y/o maremotos, que destruyeron los balnearios y caletas de la Octava Región.
A lo anterior, se sumaron incendios y saqueos que generó mayor desesperación e incertidumbre de los damnificados, y que fueron detalladamente cubiertos por los medios de comunicación.
No es tiempo de cuestionar la coordinación entre las autoridades y las improvisaciones al momento de enfrentar un fenómeno telúrico de estas proporciones.
Ahora es el momento de emplear a las Fuerzas Armadas y de Orden para resguardar la seguridad de la población afectada, apoyar con medios humanos como voluntarios de bomberos, la Cruz Roja, profesionales o personas anónimas con ansias de aportar.
Desde el norte, debemos solidarizar con alimentos no perecibles como azúcar, arroz, fideos, legumbres, aceite, conservas; frazadas, pañales para niños y adultos mayores.
Como Asociación de Usuarios de Zofri estamos coordinando la ayuda de cientos de empresarios del sistema franco y poniéndonos a disposición de la autoridad comunal en el marco de su campaña “Desde Iquique, levantemos Chile”, debemos destacar el aporte que están realizando las comunidades de empresarios extranjeros de Zofri y agradecer tan humanitario gesto con nuestros compatriotas , también los empresarios Chilenos han hecho lo propio , solo nos resta como asociación gremial hacer un ultimo llamado a la cooperación a aquéllos empresarios que aun no lo han hecho , nuestra sede se encuentra abierta a la recepción de las donaciones o para su coordinación de entrega directa a los organismos pertinentes.
El tiempo apremia y toda la colaboración es necesaria, tanto de trabajadores y usuarios de Zofri, así como de toda la comunidad iquiqueña.
En términos de conectividad, es urgente instalar puentes mecanos, despejar vías. En asistencia, más hospitales de campaña para recibir a los heridos. Por eso es importante la ayuda de profesionales idóneos que apoyen las labores de habilitación de los canales de comunicación y atención a los heridos.
En el mediano plazo, debemos ser capaces de aportar con materiales para iniciar el proceso de reconstrucción de miles de viviendas que quedaron devastadas por los efectos de la naturaleza.
La ayuda comenzó a llegar a los poblados y ciudades azotadas por el terremoto en la zona sur del país.
Lo importante ahora es distribuirla a la brevedad, con diligencia y atendiendo las reales necesidades de la población.
Ya se inicia el despeje y habilitación de las carreteras, la limpieza de escombros y, en las próximas semanas la lenta, pero progresiva etapa de reconstrucción, conocida por los iquiqueños, que sufrimos los embates de la naturaleza aquel 13 de junio de 2005 y donde conocimos la solidaridad de nuestros compatriotas.
La tarea es enorme, los daños son aun inconmensurables y las perdidas de vidas son un dolor enorme para sus familiares y para todo el país. Desde nuestra alejada ciudad de Iquique estamos acompañando en el dolor a las familias y nuestras distintas comunidades en sus respectivos credos están orando para su fortalecimiento espiritual y consuelo frente a tanta desgracia.
Chile se pondrá de pie, demostrando al mundo nuevamente la voluntad y coraje de su población para enfrentar unida y en comunidad la desgracia.
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