jueves, 9 de septiembre de 2010

OBRAS BICENTENARIO




Por Leonardo Solari Alcota, presidente AUZ
Publicado en La Estrella de Iquique el viernes 9 de septiembre de 2010


Septiembre es sinónimo de alegría y este año de remembranzas a la luz de nuestros 200años de historia republicana.
En Iquique están programados quince eventos masivos, los que ya comenzaron con la distribución del suplemento Aurora de Chile, en recuerdo del primer periódico que circuló en nuestro país.
Hoy (viernes), a las 21 horas, en la Iglesia Catedral “Inmaculada Concepción” está contemplada la gala lírica y, luego se irán sumando una serie de eventos populares, folclóricos, artísticos, sociales y deportivos.
El Museo Gabriela Mistral en Santiago, recuperación del borde costero de Antofagasta son algunos ejemplos de la magnitud de los esfuerzos a nivel país para recibir estos 200 años de independencia de la denominada Madre Patria.
Tarapacá intenta afanosamente sumarse a estas propuestas y la empresa privada “tomó el guante”. Fue así como la compañía minera Doña Inés de Collahuasi está financiando las obras de construcción del Museo Corbeta Esmeralda, que estará emplazada en el Paseo Lynch.
Sin embargo, en la retina de la comunidad queda la sensación que no se realizaron los esfuerzos necesarios a nivel regional para materializar una obra de envergadura que aportará vitalmente al desarrollo local.
La caleta “Guardiamarina Riquelme” fue una de las obras propuestas para ser consideradas Bicentenario. En su momento también lo fue la escuela Santa María, el segundo acceso a Iquique, incluso el rompe olas de Playa Brava, los cuales, hasta ahora, no son más que proyectos de buenas intenciones.
Quizá en este Bicentenario podríamos haber abordado obras menores, de acuerdo a la capacidad de la ciudad pero que potenciaran su entorno de una vez por todas: El término del Paseo Baquedano, la recuperación del barrio El Morro o del entorno del puerto, es más, una intervención seria del Barrio Industrial para transformarlo en un centro comercial y turístico erradicando pobreza y delincuencia de cara a las próximas décadas para asegurar nuestro crecimiento serían unas atractivas propuestas.
Obviamente el terremoto del 27 de febrero, los retrasos propios de un cambio de gobierno y la atención entregada a los 33 mineros no deben ser una excusa para derivar la atención al tema de fondo que es entregar desarrollo y crecimiento a cada una de las zonas del país, especialmente a las más apartadas y extremas como lo es nuestro querido y glorioso Iquique.
Estamos enfrentados a este Bicentenario con una visión de unidad nacional que no ha dejado de motivarnos, más allá de pequeñeces partidistas debemos aceptar errores y este país los ha tenido, no es posible tanta plata dilapidada o desaparecida, es una bofetadas para un país pobre y con pobres. Será un deber patriótico buscar donde fueron a parar, devolverlas y castigar a quienes engañaron a su pueblo. Mientras tanto hay que avanzar y así se ha hecho, con paso firme, con planificación y con unidad. No se ha mirado para el lado con rencor ni revanchismo, se ha enfrentado el terremoto con una inmensa capacidad de gestión, más no se ha podido, tenemos una realidad país que considerar. Los mineros han recibido la solidaridad de un Chile con una sola cara. Se ha trasladado la estatua de José Miguel Carrera desde la Alameda con Dieciocho hasta el Altar de la Moneda junto a Bernardo O´Higgins, un gesto maravilloso. Isabel Allende Premio Nacional de Literatura, entregado durante este gobierno, es un hecho relevante que nos contenta. Estamos en un Chile nuevo en que nos estamos acercando a lo que hemos sido en nuestra historia. Un país admirado por los valores de sus ciudadanos. No caben actitudes separatistas, debemos encontrar la razón a través del diálogo y para ellos debemos erradicar los actos violentos, mostrar nuestros corazones, abrir el alma de Chile. Si el reencuentro definitivo se consigue será la verdadera Obra Bicentenario.

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