Crónica de opinión, por María Elena Carrasco, gerente Asociación Usuarios Zofri A.G.
Publicada en el diario La Estrella de Iquique, el viernes 2 de mayo de 2008.
Fue establecido el 1 de mayo como el Día del Trabajador, por la Convención Internacional de Trabajadores en 1889 y suscrita, en 1931 por Chile.
Esta instancia de descanso y regocijo, nos permite un alto a nuestras labores y estar con nuestros familiares. Además, insta, tanto a trabajadores como a empresarios, a reflexionar sobre las actuales leyes, las demandas existentes respecto a este tema y los logros alcanzados, en el último tiempo, por los diferentes sectores de la sociedad chilena en esta materia que han contribuido al desarrollo económico del país.
El Día del Trabajador, también nos sirve para recordar las demandas históricas de los trabajadores, las cuales han quedado marcadas a fuego en algunos casos, como lo ha sido la matanza ocurrida en la Escuela Santa María.
En lo espiritual, el Día del Trabajador es un llamado a la reflexión sobre la importancia del ser humano y la dignidad de los trabajadores, quienes no deberían verse afectados por el sistema económico de libre mercado actual y donde muchas veces son los más perjudicados.
A lo largo de la lucha sindical, y que se ha manifestado en los últimos días por las reivindicaciones de algunos sectores ligados a la minería, los problemas más importantes se refieren a la seguridad y a las mejoras salariales. Un tema pendiente está relacionado con las desigualdades, por ejemplo, y siempre en el área minera, entre personas contratadas por las cupríferas y aquellas ligadas a contratistas. ¿Si desempeñando la misma labor en la faena, por qué deben ser tratados diferentes y ganar distinto? Ante los conflictos acaecidos durante el último tiempo, entre empresas y contratistas, incluso algunas del Estado, el gobierno de turno se excusa de intervenir haciendo “la vista gorda”, argumentando sus autoridades que es un problema entre particulares, situación que le hace un flaco favor a la seguridad y estabilidad del país.
Es necesario debatir, con altura de miras, nuestra Ley Laboral. Hace algunos años se discutió sobre las horas laborales y su posible impacto en la productividad. También, del número de feriados. Ahora sobre el “sueldo ético”, después podemos seguir conversando sobre las altas tasas de desempleados entre los jóvenes, la difícil reinserción laboral de los adultos mayores, y tantos otros temas que requieren de urgente respuesta.
El Día del Trabajador, también representa una instancia para reconocer la loable función que desempeñan un puñado de trabajadores, que pese a la celebración de su día, siguen sirviendo a la comunidad, mientras el resto descansa.
Así, por ejemplo, está el personal de turno de los hospitales y consultorios de turno, pues los accidentes y los heridos no tienen feriado, están las fuerzas de Orden y Seguridad que siguen velando por resguardar a la comunidad y prevenir y combatir delitos, también están los trabajadores de almacenes de barrio, servicentros, choferes de micro y colectivos, entre muchos más.
En otro ámbito del Día del Trabajador, es justo reconocer que en la Zona Franca de Iquique, laboran cerca de 8 mil personas, directa e indirectamente, transformándose en uno de los sectores de mayor absorción de la mano de obra de la región. Es, además, la principal palanca de desarrollo regional, generando un efecto en cadena a los otros sectores de la economía, por lo que la injerencia de Zofri es indiscutida. Por lo anterior, un reconocimiento especial a los trabajadores del sistema franco en su día.
Publicada en el diario La Estrella de Iquique, el viernes 2 de mayo de 2008.
Fue establecido el 1 de mayo como el Día del Trabajador, por la Convención Internacional de Trabajadores en 1889 y suscrita, en 1931 por Chile.
Esta instancia de descanso y regocijo, nos permite un alto a nuestras labores y estar con nuestros familiares. Además, insta, tanto a trabajadores como a empresarios, a reflexionar sobre las actuales leyes, las demandas existentes respecto a este tema y los logros alcanzados, en el último tiempo, por los diferentes sectores de la sociedad chilena en esta materia que han contribuido al desarrollo económico del país.
El Día del Trabajador, también nos sirve para recordar las demandas históricas de los trabajadores, las cuales han quedado marcadas a fuego en algunos casos, como lo ha sido la matanza ocurrida en la Escuela Santa María.
En lo espiritual, el Día del Trabajador es un llamado a la reflexión sobre la importancia del ser humano y la dignidad de los trabajadores, quienes no deberían verse afectados por el sistema económico de libre mercado actual y donde muchas veces son los más perjudicados.
A lo largo de la lucha sindical, y que se ha manifestado en los últimos días por las reivindicaciones de algunos sectores ligados a la minería, los problemas más importantes se refieren a la seguridad y a las mejoras salariales. Un tema pendiente está relacionado con las desigualdades, por ejemplo, y siempre en el área minera, entre personas contratadas por las cupríferas y aquellas ligadas a contratistas. ¿Si desempeñando la misma labor en la faena, por qué deben ser tratados diferentes y ganar distinto? Ante los conflictos acaecidos durante el último tiempo, entre empresas y contratistas, incluso algunas del Estado, el gobierno de turno se excusa de intervenir haciendo “la vista gorda”, argumentando sus autoridades que es un problema entre particulares, situación que le hace un flaco favor a la seguridad y estabilidad del país.
Es necesario debatir, con altura de miras, nuestra Ley Laboral. Hace algunos años se discutió sobre las horas laborales y su posible impacto en la productividad. También, del número de feriados. Ahora sobre el “sueldo ético”, después podemos seguir conversando sobre las altas tasas de desempleados entre los jóvenes, la difícil reinserción laboral de los adultos mayores, y tantos otros temas que requieren de urgente respuesta.
El Día del Trabajador, también representa una instancia para reconocer la loable función que desempeñan un puñado de trabajadores, que pese a la celebración de su día, siguen sirviendo a la comunidad, mientras el resto descansa.
Así, por ejemplo, está el personal de turno de los hospitales y consultorios de turno, pues los accidentes y los heridos no tienen feriado, están las fuerzas de Orden y Seguridad que siguen velando por resguardar a la comunidad y prevenir y combatir delitos, también están los trabajadores de almacenes de barrio, servicentros, choferes de micro y colectivos, entre muchos más.
En otro ámbito del Día del Trabajador, es justo reconocer que en la Zona Franca de Iquique, laboran cerca de 8 mil personas, directa e indirectamente, transformándose en uno de los sectores de mayor absorción de la mano de obra de la región. Es, además, la principal palanca de desarrollo regional, generando un efecto en cadena a los otros sectores de la economía, por lo que la injerencia de Zofri es indiscutida. Por lo anterior, un reconocimiento especial a los trabajadores del sistema franco en su día.
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