jueves, 17 de septiembre de 2009

OPTIMISMO


Por Amín Sade Amado, presidente AUZ.

Publicado en La Estrella el sábado 12 de septiembre de 2009.-


El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó el martes que la inflación fue de 0,4 por ciento durante el mes de agosto, lo que acumulando en lo que va del año significa una baja de 1,6% y de -1,0% en los últimos doce meses.
El 0,4% del Indice de Precios al Consumidor (IPC) durante agosto, se explica según el INE, principalmente por la caída en los costos de la electricidad, alojamiento, agua, gas y otros combustibles (-4,0%), pero contrarrestada parcialmente por alzas en prendas de vestir y calzado (5,2%), así como alimentos y bebidas no alcohólicas (0,4%).
Para el 2009, el Banco Central ha estimado una inflación de 0,6%, aunque el organismo anunció que entregará una nueva proyección a mediados de este mes.
Otro antecedente entregado por el Banco Central indica que la actividad económica se contrajo un 2,7 por ciento durante julio, respecto a igual mes del año pasado, aunque creció 0,4% respecto del mes de junio.
Las cifras entregadas por los dos organismos señalan que, lentamente, la actividad económica del país comienza a salir de la crisis mundial.
Los efectos más nefastos para el dinamismo ya están quedando en el pasado, y la economía nacional inicia paulatinamente la senda del crecimiento.
En el corto plazo, la comunidad se verá beneficiada con la caída del valor de la Unidad de Fomento (UF) que se ubica en $20.892 pesos. Al 9 de octubre, la UF se ubicará en torneo a los $20.809, registrando una caída de $83,57 en un mes. Ello permitirá un leve alivió financiero para los ciudadanos que deben pagar sus créditos hipotecarios y arriendos o cualquier crédito bajo está unidad.
La evolución a la baja del IPC incrementa además el poder de compra del presupuesto familiar, especialmente durante septiembre, donde se realizan compras extras debido a los festejos de Fiestas Patrias.
Lo anterior, ayuda a la reactivación de la economía al fomentar el gasto y retomar el círculo virtuoso de la oferta y la demanda, tan afectada por la incertidumbre, la especulación, y el temor de los consumidores por endeudarse, consecuencias tan propias de las crisis.
Es un escenario optimista, que permite ver un horizonte positivo, tanto mundial, como nacional y regional.
Las señales de la economía también debieran motivar a la empresa privada a retomar sus planes de desarrollo e inversión. Especialmente en el sector construcción, pues está a la vista que en Iquique existen varios proyectos paralizados a la espera de mejoras en las condiciones del mercado.
La construcción es una de las áreas que más impacta en el empleo y en el dinamismo, pues genera efectos inmediatos en todos los sectores. También el comercio, que en el caso de Zofri da trabajo a más de 8 mil personas en forma directa e indirecta.
El llamado es entonces a la empresa privada, y por qué no decirlo, a los organismos públicos, a aprovechar esta ocasión para enviar señales potentes de confianza, de optimismo. Es decir, agilizar la materialización de proyectos, facilitar la entrega de créditos y no que duerman en el escritorio de algún burócrata que no está interesado en que Chile prospere.
La oportunidad de crecer y comenzar a retomar el rumbo es especialmente sensible y atractiva en este momento, cuando en septiembre celebramos nuestro aniversario Patrio y también porque el próximo año Chile cumplirá su bicentenario.

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