viernes, 18 de junio de 2010

LA FUERZA DE UN GESTO


Por Leonardo Solari Alcota, director AUZ.
Crónica de opinión publicada en el diario La Estrella de Iquique el 22 de mayo del 2010.

Desde todo el amplio sector que conforma la histórica rada de Iquique se puede observar la boya “Esmeralda” entre las olas. Este hito en el mar marca el sitio exacto en que la Gloriosa corbeta “Esmeralda” se hundió el 21 de mayo de 1879. Visitada por miles de personas, este singular punto histórico y turístico del nortino puerto, fue instalado por primera vez el 21 de mayo de 1928. El 21 de mayo los chilenos celebramos a nuestros héroes del mar, entre ellos Don Arturo Prat Chacón, que entregó su vida por la patria y alentó a nuestros soldados para continuar luchando. “Muchachos, la contienda es desigual. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber". Estas fueron las heroicas palabras que pronunció el Capitán de Fragata don Arturo Prat Chacón, al mando de la "Esmeralda". El día miércoles 21 de mayo de 1879, el bloqueo se mantenía como de costumbre. Como si el destino quisiera dejar imborrablemente marcado este día para las Glorias de Chile, en la rada de Iquique, se reunieron cinco buques adversarios con cuyas iniciales se formó la palabra CHILE: Covadonga, Huáscar, Independencia, Lamar, Esmeralda.
Arturo Prat Chacón nació en la hacienda de San Agustín de Puñual, en Ninhue, cerca de Chillán, el 4 de abril de 1848. Sus padres fueron Pedro Agustín Prat y María del Rosario Chacón Barrios, quienes ya habían tenido tres hijos que habían fallecido a temprana edad. A los 10 años ingresó a la Escuela Naval (1858), recién creada, la cual, desde ese momento, se convirtió en su segundo hogar. Ingresó a la Escuela Naval, gracias a las becas creadas por el presidente Manuel Montt Torres para estudiar en esa institución. Eran dos becas por provincia, una de Arauco toca a Prat, otra a Luis Uribe Orrego. Ambos tenían como apoderado a don Jacinto Chacón (tío de Arturo y padrastro de Uribe), convirtiéndose los dos niños en casi hermanos. Fue parte del primer curso de guardiamarinas, conocido como "el curso de los héroes", donde compartió con compañeros que más tarde también tendrían su lugar en la historia: Carlos Condell, Luis Uribe, Juan José Latorre y Jorge Montt.
Aquel 21 de Mayo, a través de la bruma que cubría la bahía aparece el acorazado Huáscar y La Independencia de la marina peruana. Prat reacciona enérgicamente ¡Que se toque zafarrancho de combate!, "¡Que almuerce la gente y refuercen las cargas!",- Como el tigre que clava las garras en el suelo para lanzarse sobre su presa, el Huáscar revolvía las aguas con su hélices y apuntaba con su espolón hacía la Esmeralda. Prat apercibió la maniobra y cuando el adversario emprendió la carrera, ordenó un viraje sobre el centro y la corbeta recibió el golpe de refilón, mientras los cañones del monitor Huáscar, disparados a tocapenoles, aventaban a 40 hombres de la marinería. Los barcos habían quedado un momento trabados y Prat alzando su espada grito:"¡Al abordaje, muchachos...!"Su voz sólo fue oída por un marinero y el sargento 2° Juan de Dios Aldea, que se encontraba a su lado. Sobre la cubierta del monitor, Arturo Prat, llevando su espada y su revólver se dirigió hacia la torre de mando, pero sólo alcanzó a recorrer algunos pasos: un disparo lo hirió, pero se mantuvo apoyando una rodilla sobre cubierta. Trataba de incorporarse cuando un marinero del monitor que salió de la torre de artillería le disparo a boca de jarro en la frente. La tripulación de la Esmeralda contempló la muerte de su comandante mientras el Huáscar se retiraba con rapidez, llevándose con él, el cadáver del marino que acompañó a Prat y a Aldea, que mortalmente herido se apoyaba en el trinquete. La batalla continuó hasta hundir a la Esmeralda con su bandera al tope y los marinos chilenos murieron pero jamás arriaron su bandera, así se lo había enseñado su comandante. El sábado 24 de mayo recién se conocieron en Santiago los detalles del combate en Iquique y la muerte de Prat y, además, el hundimiento de la Independencia. Desde ese momento se produjo en Chile un avivamiento del patriotismo y muchos chilenos acudieron voluntariamente a los cuarteles para enrolarse y participar en el conflicto. El gesto heroico de Prat fue el que inundó de patriotismo el corazón de los chilenos y nos llevó a ganar una guerra.

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