viernes, 18 de diciembre de 2009

RELACIONES CON PERU

Crónica de opinión, por Amín Sade Amado, presidente Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicada en el diario La Estrella de Iquique, el viernes 20 de noviembre de 2009.-

El caso del supuesto espionaje chileno al Perú ha levantado inusitadas reacciones en el vecino país.
El mandatario peruano Alan García incluso habló de “republiqueta”, a lo que la Presidenta Michelle Bachelet respondió que eran expresiones “ofensivas y altisonantes” y que en nada contribuyen a la integración y cooperación entre ambos países.
Para nadie es un misterio las diferencias entre las naciones, heredadas de la Guerra del Pacífico. Sin embargo, no es menos cierto que las relaciones bilaterales deben ser manejadas con absoluta transparencia, sobriedad, serenidad, prudencia y con sentido de futuro.
De esa manera podemos construir relaciones armónicas e integradoras, avanzando y enfrentando con éxito los nuevos desafíos.
En las últimas décadas Chile se ha ganado un merecido respeto internacional, por su sólida democracia y su sostenido desarrollo económico, el cual ha sido ratificado con los acuerdos comerciales suscritos con otros países y comunidades, como la europea.
Sin embargo, reiteradamente nuestros vecinos nos recuerdan nuestras diferencias históricas, retrasando los avances que en materia de integración podrían concretarse.
El caso del espionaje, según los analistas, deja en evidencia, los esfuerzos del presidente peruano por intentar subir en las encuestas su nivel de aprobación que no supera el 25 por ciento, a diferencia de nuestra Presidenta que bordea el 80.
También se habla que es una estrategia comunicacional para reforzar la tesis del Perú, sobre la soberanía de aguas marítimas, diferendo que está investigando el tribunal de la Haya.
Razones y especulaciones sobran para intentar explicar el deterioro en las relaciones chileno-peruanas.
Sin embargo, lo verdaderamente cierto es que en nada contribuyen al normal desarrollo de la actividad comercial.
Los más perjudicados somos quienes vivimos en zonas limítrofes, pues nuestra economía está íntimamente relacionada con Bolivia y Perú.
A nivel nacional, nuestro intercambio comercial es más bien marginal, pero en el caso de Bolivia es el principal socio comercial de la zona franca. Con respecto al Perú, lenta, pero sostenidamente han comenzado a abrirse nuevos espacios de negocios. Prueba de ello es la apertura de rutas aéreas a Arequipa y Lima, lo que permite avizorar horizontes de prosperidad e intercambio, tanto comercial como turístico.
Un ejemplo de lo anterior es, que la semana pasada tuvimos la visita del embajador del Perú, Carlos Pareja Ríos, el cual visito la zona franca.
El embajador aseguró que existen 71 empresas peruanas instaladas en la Zofri, considerando Arica e Iquique y algunas de ellas son industriales.
Tampoco debemos olvidar que grandes capitales Chilenos están invertidos en Perú.
Entonces, no se trata de “echar por la borda” un trabajo de integración entre ambos países por un episodio lamentable como el caso del supuesto espionaje. En nada contribuye para mantener una armónica relación comercial.
Miles de chilenos viajan diariamente a Tacna y viceversa fomentando el comercio y el desarrollo del norte del país.
El propio embajador Carlos Pareja Ríos agregó que en Iquique viven 12 mil de sus compatriotas y que en Chile los ciudadanos peruanos bordean los 110 mil, quienes trabajan y aportan al país y al suyo, enviando remesas a sus familiares.
Sería recomendable “bajar las revoluciones” y no entrar en el juego de las descalificaciones y odiosidades propias del pasado. Chile es un país serio, que se ha esforzado por hacer bien las cosas. La credibilidad internacional es un capital que debemos cuidar y también hacerla respetar.

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