jueves, 14 de enero de 2010

NAVIDAD


Crónica de opinión, por Amín Sade Amado, presidente Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicada el 26 de diciembre en el diario La Estrella de Iquique.

El espíritu navideño se desató con la fuerza de un huracán en esta Navidad post recesión. En nuestra Región acapara la atención de residentes y turistas el Mall Zofri. Nos hemos esforzado, Usuarios y Administración, en ofrecer productos recién lanzados al mercado internacional, haciendo con ello las delicias de grandes y chicos y la Administración nos regaló con un edificio de estacionamientos que ha simplificado la vida de los compradores quienes han agradecido esta construcción tan solicitada y peleada por la AUZ desde los tiempos en que la ZOFRISA era manejada por Jaime Undurraga, como Presidente, y Vicente Unanue como Gerente. Finalmente se impuso la lógica, la realidad fue mas fuerte que la ambición de construir módulos rentables para el gobierno y se priviligió por fin al público comprador. Hoy tienen donde estacionar en forma cómoda y segura. Las ventas han subido y los ingresos de Zofrisa también como producto de las mayores venta ¿Era necesario y rentable el estacionamiento? Obvio que sí. Se demoraron en entenderlo pero ya está.
En esta fecha todos queremos una sonrisa de nuestros seres queridos, la manera más fácil de lograrla es mediante un regalo, lo importante es que sea algo que se esperaba, ello demuestra preocupación de quien regala, es una prueba que no es por compromiso. Jesús no vino al mundo por compromiso, vino porque sabía que le necesitábamos y en un acto sublime de amor nuestro Padre Dios nos lo envió y seguramente pensó que nos ayudaría a ser mejores, que le querríamos, que seguiríamos sus enseñanzas basada en el amor, en ese amor filial que mueve montañas. Muchos entienden su mensaje, algunos lo tratan de cumplir con mayor éxito que otros, pero lo válido es hacer el esfuerzo por sonreír, por querer, por amar. Amor es una palabra que involucra demasiadas cosas buenas como para pretender explicarla en este espacio demasiado corto, ella involucra solidaridad, ponerse en el caso del otro, en su alegría y en su tristeza, compartir, ayudar, estar ahí.
Cuidado especial es el que debemos tener con los niños para no distorsionarles esta fecha, para no distorsionarles la vida. Muchos de ellos, aquellos sanos de espíritu aceptan el Pascuero con misticismo, esos chiquillos que cuando uno se encuentra con ellos nos llenan de alegría porque saludan, porque sonríen, porque son atentos con sus pares y con sus mayores, porque respetan, porque tienen pequeñas galanterías con sus amigas, quizás porque su instinto de macho les hace sentir que una mujer es una flor, que deben tratarla bien, que deben cuidarla, quererla, atenderla y esas niñas que se encuentran con un amigo y le miran con admiración, con cariño, con dulzura como pidiendo un reconocimiento a su condición de mujer nos hacen sentir que la violencia puede empezar a retirarse de esta sociedad. Ello ocurrirá en la medida que cuidemos esos sentimientos, en la medida que el amor y la persona, su “como es” sea mas importante que el “cuanto tiene”, ese tan manoseado cuanto tiene en bienes materiales, en cariño familiar, en posición social o intelectual, debemos pensar que primero todos somos hijos de Dios, de un Jesús que llegó a este mundo a una familia desprovista de bienes pero digna. Supo desde su nacimiento explicarnos como se debía entender la vida, nació pobre de bienes como explicando que esa es la verdadera condición del ser, enfrentarse a la vida, que nada se nos dará, todo debemos conseguirlo con esfuerzo, con trabajo, con honestidad. Nos mostró que lo material debía ser producto del amor, en ese orden y no en otro, nos mostró que la verdadera riqueza está en dar, con ellos se es mas fuerte y así seremos capaces de cambiar esta sociedad que está tan caída en lo moral, tan vacía de verdaderos valores sociales y patrióticos. La Pascua es de los niños porque nos recuerda la llegada al mundo del niño Dios, adquiramos el compromiso de hacerles un gran regalo, eduquémoslos en valores, esos que les servirá para ser mejores ciudadanos, mejore hombres, mejores mujeres. El sentido del respeto y la disciplina nos sacarán adelante, dejarán atrás la noche oscura, sin luna y llena de tinieblas que estamos viviendo en el ámbito de la delincuencia. Han caído moros y cristianos, autoridades y plebeyos. Todos han probado la amargura de la violencia y la delincuencia, es hora de pedir por un nuevo destino a partir de ahora.
Son los niños quienes nos regalan toda la esperanza de un mundo mejor y la posibilidad de un cambio radical para una sociedad más justa, solidaria y próspera. Los niños serán siempre nuestra posibilidad como fuente de progreso y desarrollo.
Más allá de los juguetes o ropa, los menores requieren de cariño, amor, que sus padres y madres les destinen tiempo, los escuchen y los apoyen.
La paz, amor y reencuentro no deben ser palabras solamente escritas en misivas de saludo. Una palabra de aliento o un abrazo son el mejor regalo para esta Navidad.
La Navidad es humildad, servicio y sobre todo amor.

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