viernes, 14 de mayo de 2010

Autoridad o autoridad


Crónica de opinión, por Max Barrera Perret, Director y Ex presidente de la Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicada en el Diario La Estrella de Iquique, el viernes 23 de abril de 2010.-


A un mes de haber asumido un nuevo gobierno y ya nombrada la mayoría de sus autoridades, algunas con rezago, es posible advertir claramente el sentido de modernidad, eficacia y eficiencia que se quiere imprimir a la gestión pública, forma de administración que en el sector privado esperamos y añoramos por mucho tiempo, y que queremos ver plasmada en el más breve plazo.- Damos la bienvenida a la “Autoridades” que asumen ese desafío.-
Autoridad, es una persona que a quien se le ha dotado de poderes –ahora le dicen empoderados- para mandar y hacerse obedecer, pero también Autoridad es quien posee conocimientos especializados o profundos de una ciencia, arte u oficio, y es común que los primeros cuando le falta lo segundo actúan con suficiencia, engreimiento o en forma presuntuosa y torpe- Nuestra vida republicana esta llena de ejemplos de empoderados que más se asemejan al tradicional huevo de pascua, por fueran lucen llamativos e interesante y su interior es una delgadísima capa de chocolate rellena de aire.-
Esta es la razón por la cual la gran mayoría de los chilenos aplaudimos la designación de las nuevas autoridades, porque se noto la intención de darle “poder” a quienes ya tenían “autoridad” por si mismos, a quienes han demostrado con creces en el campo académico y profesional que son especialista que dominan a profundidad o tienen basta experiencia en los temas que se les han encomendado o, a falta de pergaminos académicos, que son personas capaces de solucionar con inteligencia, oportunidad y sabiduría los problemas que están llamados a resolver .-
Sabemos que escoger para darle poder a quienes previamente cumplen con el perfil de Autoridad, y lo expreso con mayúscula porque me estoy refiriendo a los especialistas o expertos, no es tarea fácil ya que a medida que se va descendiendo en la pirámide de la administración del Estado es más difícil encontrar Autoridades que quieran asumir cargos de orden menor, y no es solo que haya una cuestión de orgullo –humanamente inevitable- de por medio, sino que también de reconocerse profesional o técnicamente sobredimensionado para el cargo.- Sin embargo el esfuerzo desplegado por el Gobierno ha dado sus frutos y, en general, podemos estar tranquilos al constatar que la gran mayoría de las autoridades designadas cumplen a cabalidad con el perfil de Autoridades.-
Como toda obra humana es imperfecta, y se requiere de una trabajo diario para perfeccionarla, creemos que en aquellos caso en que por cualquier causa o motivo se ha empoderado a quienes en definitiva no poseen las características de Autoridad, quienes los promovieron sabrán corregir dicho error antes que pueda causarle un daño a la convivencia social o a la imagen de la autoridad que los nombro y a quién deben representar con dignidad y sabiduría.- Casos ya se han visto, y también se ha valorado la clara decisión del gobierno de subsanarlos de inmediato.- Esperamos que ambas conductas, la de nombrar al mejor para el cargo y la de corrección a tiempo de los errores, se transforme en una costumbre de gobierno.-

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