ENCOMENDADORES 2.0

Crónica de opinión, por Max Barrera Perret, Director y Ex presidente Asociación Usuarios Zofri A.G.1
Publicada en el Diario La Estrella de Iquique, el jueves 6 de mayo de 2010.-



Una de las instituciones más características de la colonización española fue la "encomienda", en virtud de la cual el Rey, retribuyendo los servicios prestado la Corona por uno de sus súbditos, le otorgaba el derecho a percibir y retener a su favor parte de los impuestos que los indios debían pagar a la metrópolis, sea en especie, en servicios o en trabajos, por el solo hecho de vivir bajo su protección.
A cambio de ello, el pago de tributos, el encomendero debía prestar cuidado espiritual y terrenal a estos súbditos tributarios.
En Chile, bajo la gobernación de García Hurtado de Mendoza, esta institución se reglamentó bajo la llamada Tasa de Santillán, en virtud de la cual el encomendero se llevaba cinco sexto (83,34%) de lo que produjeran los indios, y estos últimos se quedaban con solo un sexto (16,66%) del fruto de su esfuerzo.
Esta institución llegó a su fin en 1810 cuando, creyendo que nos liberaríamos de la "metrópolis", se constituyó la Primera Junta de Gobierno, bicentenario en plena celebración.
A doscientos años de la independencia cabe preguntarnos, ¿las regiones nos liberamos de la metrópolis o sólo cambiamos la metrópolis de España por la de Santiago? Y este cambio de metrópolis ¿abolió la Tasa de Santillán o la mantiene en su esencia, puntos más puntos menos?
Una sentida aspiración de los usuarios de Zona Franca, y al parecer de parte importante de la población de Iquique, es que la Zona Franca vuelva a ser una instrumento que coadyuve al crecimiento de la Primera Región, y que quienes la dirigen, sus directores, tengan arraigo en esta Región -además de las capacidades profesionales e intelectuales que requiere tan importante función- de manera que también "vivan" el resultado de su gestión.
Siendo candidato, el señor Presidente de la República se comprometió a entregar a los ciudadanos de Iquique una mayoritaria participación en la administración de la Zona Franca, compromiso que a la luz de la "designación" del actual directorio quedó en el olvido.
La Colonia no terminó. La metrópolis nuevamente pudo más que el regionalismo.
La metrópolis seguirá enviando encomenderos y utilizando la Tasa de Santillán para alimentar y mantener a la capital del reino, debiendo nosotros contentarnos con "disfrutar" del 15% del esfuerzo local.